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Artesanía

Hay que ponerse guantes
para no sentir el lápiz en la mano
para que avance sin nosotros
para dejarnos ir
y encontrarnos de golpe ante otro rostro

Guantes gastados, llenos de pelusas
y voces que no has oído
Guantes vagamundos, electrizados
como una máquina de Tesla.

Una máquina de Tesla
con la que juega un niño
ese niño que nunca deberá crecer
que siempre devendrá transeúnte
buscando el hogar de todas las posibilidades:
la techumbre
donde la muerte lo esperará con un café
y tres medialunas.

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