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En el cuartito de Bogado (radio).

Hace ya un tiempo, Fernando Bogado, un seco de los que he conocido aquí en Argentina, me invitó a su espacio en Infernet la radio. Llegué sin saber muy bien qué hacer y salí probando una cerveza artesanal exquisita, aún riendo y agradecido de compartir con personas excelentes.

El programa es una fiesta. Aquí, el extracto donde leo dos poemas: Nocturna y Delirantes por ahí.



Aun no manejo la técnica de leer en voz alta, declamar, algo que acá he notado tiene sus años de práctica y perfeccionamiento (aunque a veces se peca de un slam demasiado aprendido; es un equilibrio que cuesta mantener, quizás). Igual en este caso, era una radio y no un escenario: igual me vale para la reflexión.

Visitar un bar en Buenos Aires donde se haga un micrófono abierto, un ciclo de poesía, un evento cultural afín, hace contraste con cierta seriedad de reunión empresarial, quizás solemnidad de discurso, que le ponen a la poesía cuando la he escuchado en Santiago; hay un ambiente de fiesta, quizás culpa del alcohol y otras yerbas, pero también puede ser un ánimo ante la instancia.
Será el rulo de la voz de Neruda retumbando en la herencia, o solo que están tan legitimado el espacio que cuesta salirse de lo aprendido, lo correcto, o lo aceptado como digno de aceptar.

Aunque claro, yo vengo de ahí también, y cuesta salirse de la mala costumbre.


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